miércoles, 4 de abril de 2012

Despojada de mi propia cama, sentada , esperando a que el cansancio me encuentre, cierre mis párpados.Me siento en la penumbra y el reflejo de la luz de la luna me golpea la mitad del rostro intento despertar a mi subconsciente que anda perdido en algún recóndito lugar desmesurado y aislado. Mis propias pesadillas consiguieron hacerse las protagonistas del cuento expulsándome de mi propio sueño. Querer respirar se ha convertido en una segunda necesidad vital, ahora el primer puesto lo invade el poder resguardarme del miedo, que me persigue apabullante,esperando poder alcanzarme. Siento como un escalofrío me recorre el cuerpo invade mi sentido lógico, hace que disimuladas sombras me asusten. Necesito convencerme de que estoy bien, necesito aislar mis remordimientos, engañar al oscuro y tenebroso recuerdo que me mantiene despierta y regocijando recuerdos que me hacen encrucijar, mi esperanzada búsqueda de sueño. 

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