domingo, 23 de septiembre de 2012

Domingos aburridos



Me gustaría, aprender cada día algo nuevo, explorar nuevas oportunidades. Me gustaría sacar de algo negativo algo positivo que me haga sonreír y aprender de mis errores. Querría una señal que me indicara que no debo ir por ese camino. Desearía levantarme todos los días con una sonrisa y decir gracias por el nuevo día en el que vivo, y no solo por seguir con vida si no por vivir con libertad de expresión, libertad de ser uno mismo de poder hacer las cosas más básicas sin necesidad que alguien te lo impida. Esta entrada es algo especial. Espero que aprecies todas estas cosas que un día no hace mucho tiempo muchas personas no pudieron disfrutar de estas ventajas que para nosotros hoy en día nos parecen lo más básico y corriente del mundo.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Y piensas, me estoy cayendo, cada ves me siento mas débil, aunque me esfuerce en escalar la montaña me va resultar difícil alcanzar mi meta. Ves las cosas que poco a poco se derrumban tras tu caída. Sientes la presión, pero en el fondo hay una lucecita esperanzadora que te dice, con esfuerzo y dedicación puedes conseguirlo. Sonríes.


sábado, 1 de septiembre de 2012

...

Te irás, losé, como también que seguirás tu vida normal.
Quizás encuentres a tu chica ideal.
Te enamores de ella y de su forma de mirar.
Que ella te dé lo que yo no te pude dar.
Y sé que me olvidarás, cuando te encuentres perdido en sus ojos sin poder respirar.
Y yo, por más que intente olvidar, aquella tarde de verano
En aquel extraño lugar
Donde tu y yo nos entendíamos sin hablar
Nos perdíamos entre besos
Y yo acurrucada entre tus cómodos brazos
Aquella canción que en un mismo momento nada de importancia tenía, pero que ahora algo mas que una simple canción significa.
Una canción, que entre beso y beso nos susurrábamos.
Una canción que en mis recuerdos se quedará hasta el final.
Y yo sé cual fue el fallo, cual fue mi error,
Fue mi egoísmo y mi falta de comprensión, mi estupidez y mi inmadurez.
Pero todo ya da igual, solo espero que algún día nos volvamos a encontrar para poderte susurrar:


       Perdona me.