Todo hemos tenido un amigo, al que hemos deseado, tanto físicamente como interiormente. Al que hemos contado todo lo que sentimos y al que hemos tenido siempre a nuestro lado. esa clase de persona que jamas te abandona. Y que as tenido algo mas que amistad. Pero por miedo a romper la frágil estructura de la amistad, no le has confesado esa atracción. Cuando tu mirada y la suya se cruzan, es como si os conocieseis de antes, como si en la otra vida hubierais sido amantes. Cuando su piel roza la tuya, y crea ese espacio neutral. Cuando suelta una carcajada y tu no puedes de dejar de pensar en besarle. Cuando intimida contigo, te hace sentir especial, te hace sentir importante.
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